Respirar. Respirar un aire diferente, un aire frio, un aire
no contaminado, un aire que entra por tu nariz y hasta “sabe” a gloria. Esta es
la primera sensación que vivimos él jueves una vez salir del aeropuerto.
Una puede
considerarse afortunada si tiene un hermano médico, abogado, dentista etc..
Pero yo no los tengo. Lo que sí que tengo es un hermano ingeniero que trabaja
en el aeropuerto y eso sí que es una gran suerte. Tener esa gran posibilidad de
salir del finger del avión y abrazar directamente a alguien, después de 24 horas
de vuelo y con mucho nerviosismo, es todo un lujo señores. Y ese abrazo te da
el pistoletazo de salida a tu nueva vida.
¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Pero? Todas estas preguntas se le
pasan a uno por la cabeza después de estar un minuto y medio en shock y sin
reaccionar. Eso es lo que les ha pasado a cada una de las personas que hemos
sorprendido. Y es que hoy en día la gente se olvida de las sorpresas, se olvida
de sorprender , es más fácil hacer un regalo y decir toma que estar dos meses
callada sin poder decir nada e intentar que nadie en Filipinas cuelgue ninguna
foto de despedida en Facebook para que los de aquí sigan sin saber lo que les
viene.
Ver a tu madre que se funde en una abrazo contigo, tu padre
te mira incrédulo, tus hermanos no entienden nada, tu futura suegra si le
pinchan no le sacan sangre en ese momento y tus amigas, tus amigas que por nada
del mundo pensaban que esto sería posible, una me abraza, la otra llora un
poquito y la otra me mira con cara diciendo “¿esto es real?”. Y todo esto, te
dice que tomaste la decisión correcta, han sido dos meses difíciles personalmente el tener que estar callada, en silencio, no poder compartir la ilusión de volver definitivamente con
nadie, no poder compartir los nervios y todas esas preguntas que tienes en la
cabeza sobre tu futuro pero… que queréis que os diga, a valido mucho la pena.
Si es que al final la felicidad de los demás es la tuya propia.
Se acabó. Se acabó una etapa. Se acabó una aventura de 3
años. Hemos vivido algo único, hemos crecido con ello y hemos aprendido. La
decisión fue muy meditada. Nadie nos podrá borrar todos los recuerdos aunque
ahora que estoy en casa parecen un sueño. Fuimos para ser voluntarios durante
un año en Kalipay y hemos acabado trabajando en Manila y teniendo la
oportunidad de conocer a grandes personas y vivir momentos que nunca hubiéramos
imaginados. Subir volcanes, nadar con ballenas, estar en medio de arrozales o
ver monos salvajes en plena naturaleza. Y así podría seguir pero no es fácil
resumir tres años en los que cada día era algo diferente, la palabra rutina no
ha existido en nuestras vidas. Pero es el momento de estar con los de aquí, es
el momento de sentar la cabeza, es el momento de intentar crecer en tu propio
país y si no es así…. Siempre nos quedará el mundo para volver aventurarnos!
Aquí acaba todo. Aeropuerto de Barcelona 2015 |
Aquí empezó todo. Aeropuerto de Barcelona 2012. |