Volviendo a mi normalidad

Hace una semana que me fui de España. Pensaba que después de casi dos años, el volver no me sería difícil pero lo está siendo… no por añoranza, eso no, ya que me apetecía estar en Filipinas, si no, que en dos meses y medio he perdido toda la confianza y seguridad que hacían que me moviera con soltura en esta ciudad. ¿Volver a hablar en inglés? Pues… será que si ¿no? ¡Y lo que me cuesta arrancar para hablarlo! Ir a los sitios sola ¿Dónde están mis sobrinas que me acompañan a todos mis recados? Pero poco a poco. Ahora recuerdo todas las quejas sobre la “humedad de Barcelona”  cuando veo mi pelo de vuelta a su estado ondulado y porque no decir pelo indomable jejeje.

Estoy contenta, contenta por volver a nuestro pisito nuevo, en un lugar al que puedes pasear tranquilamente, que vas al ático y respiras aire puro, me gusta donde vivo. Esta semana empiezo con mis clases particulares. ¡Con muchas ganas de ver a mis niños! No sé si ellos tendrán tantas ganas… pero con ilusión porque todos los que el año pasado hicieron clase conmigo han querido repetir, ¡ni una sola baja! Y nuevos niños, nuevos retos. Desde el más pequeño que voy a tener de un año y medio a personas adultas… diversidad, amoldarse, conocer, enseñar y aprender de todo lo que pueda esa va a ser mi función de este año. Seguir absorbiendo y viviendo nuevas experiencias que os pueda transmitir mediante este blog.

Aparte de esto, animo a que vengáis a Kalipay, o que hagáis el “boca a boca” para que vengan como voluntarios. ¡Este verano ha sido todo un éxito! Varios españoles han venido para pasar tiempo con los niños y se han ido con ganas de volver el año que viene. Y lo bonito es que van viniendo, este noviembre, si todo va bien, ¡otra chica española! Os animo a todos vosotros a venir de voluntarios ¡siempre estaréis bienvenidos!